domingo, 14 de junio de 2015

Islandia día 8: Trolls y vikingos.

Hoy el día empieza improvisado. Nuestra idea inicial, era haber dormido en Holmavik para disfrutar de sus alrededores, pero como nos alojamos más al sur, tras un buen desayuno, decidimos recorrer la zona de Hindisvik, una pequeña península visitable en coche, donde se realizan diferentes paradas y donde habitan focas y el troll Hvitserkur, una roca que se alza a pocos metros de la orilla. 




En uno de nuestro intentos de avistamiento de focas, tuvimos una ligera trifulca con las aves, las cuales había que espantar sosteniendo un palo hacia arriba para que lo atacaran a el en vez de a nuestras cabezas!



Llegó el momento de cumplir con la  ley islandesa y pagamos nuestra multa en un banco de una pequeña aldea, que nos vino bien bien para ver estos secaderos de pescado, curiosos pero olían fatal.



De vuelta hacia el sur, nos detuvimos en una curiosa tienda de productos artesanales y gastronomía de la zona, donde la simpática dueña nos animó a convertirnos en vikingos. Mirad que fieros!



Aún metidos en el papel de vikingos, llegamos a Hafnarfjördur,  típico poblado vikingo en el que nos explicaron como eran sus vidas y sus costumbres. Muy interesante ver como convivían en un espacio tan reducido toda una gran familia. 



Más hacia el sur, visitamos nuestra última cascada de Islandia: Hraunfossar, De nuevo única y diferente al resto.




A continuación visitamos un pequeño pueblecito llamado Reykholt con una preciosa capilla y antiguas viviendas islandesas, todo ello en una zona de aguas termales.




Cerramos el círculo, reencontrándonos con trolls como por la mañana, en el Troll Garden, Y desde allí a nuestro hostel en Borgarnes.



Islandia día 7: Relax en el Norte.

Se estaba tan bien en la cabaña de Dalvik, que decidimos hacer un alto en el camino y darnos una mañana de relax, en la que no madrugar y disfrutar de una de las "atracciones" del pueblo: la piscina. Estaba lloviendo lo cual hacía aún más divertida la visita a la misma, pero cual fue nuestra sorpresa al llegar y comprobar que era un mini parque acuático con piscinas a distintas temperaturas (de frío extremo a calor extremo) y un buen tobogán. 

Hacia el mediodía continuamos nuestro trayecto. Primera parada: Akureyri, segunda ciudad más grande del país. Un lugar con bastante vida. 






Fuimos caminando desde sus calles principales, adentrándonos en su iglesia (muy parecida a la de Reykjavik aunque mucho más pequeña) hasta el jardín botánico (Lystigadur), el más septentrional del mundo. Pequeño, bonito y florido, lo cual destacaba con otros de los paisajes que habíamos visto hasta el momento. 




Tras un picnic en el propio jardín y detenernos en una librería repleta de ejemplares de todo tipo, nos dirigimos a la pastelería más famosa del pueblo por sus deliciosas tartas y cafés: Kaffi Ilmur. Mmmmm ñam ñam.


Regresamos a nuestro coche con tal de seguir la ruta y sorpresa: Multa al canto! Por aparcar en zona de vecinos...Pero es que ya nos sentíamos un islandés más...Menos mal que no era muy cara...

Nuestro plan para la tarde era visitar dos pintorescos pueblos de la zona. El primero, Hofsos,un precioso lugar, típico marinero donde se mezclaban casas coloridas con antiguas casas de color negro, todas ellas de postal.



Y a continuación Holar, donde había una de las universidades de Islandia, cosa que llamaba la atención para lo pequeño que era. También destacaba un bonito campanario.